Año nuevo. Todos celebramos, reímos, algunos nos
emocionamos, pasamos la víspera con familiares… ¿Qué celebramos?, me pregunto
mientras me intento hacer el nudo de la corbata por tercera vez. No sé del todo bien qué le da ese sentido a esta noche ¿Qué significa todo esto?
Yo de pequeño solía pensar que era una excusa para reunirse con la familia
todos juntos alrededor de una misma mesa y compartir algo más que platos y recuerdos.
Sin embargo, y a pesar de que aún no descarto esa idea, sé esta no es la verdadera
razón.
Me coloco frente al espejo. Llevo la misma ropa que el año
pasado, pero no estoy siquiera algo semejante a hace trescientos sesenta y
cinco días. Veo en mí reflejo algo que me encanta, y sé que un año sí que puede
marcar la diferencia por muchísimos que vivamos. Es ese algo en la mirada que
mi reflejo me devuelve lo que me convence y convierte en quién soy ahora y quién era, y lo
que realmente me hace comprender el significado de este día. De una forma u
otra, celebramos un año más en este extraño y maravilloso mundo, celebramos que
una vez más han pasado las estaciones y empieza un nuevo ciclo, nos reunimos y
nos decimos que todo va bien y que ya ha pasado un año más. Al final, el
trasfondo es siempre el mismo: Seguimos aquí. Un año más, seguimos aquí.
Para todos, y a pesar de lo simple que es que termine un
calendario y empiece uno nuevo, parece ser algo extraordinario. Amigos y
personas especiales te felicitan el fin de año y te dicen que lo han disfrutado
contigo y esperan que el que viene sea igual, nos prometemos hacer cosas
fantásticas y mejorar en pequeños detalles, nos abrazamos y nos hacemos
promesas sobre todos los años más que estaremos juntos igual que este.
Termina la noche para mí, para otros empieza. Mientras
me quito los zapatos pienso en la importancia que tiene para muchos un evento
que ocurre relativamente cada poco tiempo. Un año no es nada, aún así pueden
ocurrir tantas cosas… Pienso en la canción de Mecano dedicada a esta fecha, sonrío mientras canto en
mi mente que “todos hacemos por una vez algo a la vez”.
Me meto en la cama.
Es 1 de Enero. Año nuevo, vida nueva, o eso dicen. Yo pienso seguir como
siempre, pero mejor que nunca. Cierro los ojos por primera vez en este 2013, y
me duermo soñando con lo que traerá.
Un texto muy emotivo sin duda que describe la duda que yo, y muchas personas pensamos antes de sentarnos a la gran mesa con la familia.
ResponderEliminarUn texto increíble como todos los demás :)
abrazo fuertefuerte