viernes, 23 de diciembre de 2011

Algo llamado sufrimiento

Si de verdad existe algo que sea capaz de borrar la más grande de las sonrisas, de frenar el mayor salto de un atleta, es el sufrimiento. Pero el de verdad. Es algo capaz de quitarte el sueño, el hambre, las ganas de salir de la cama. Es desesperanza, desilusión, es el ladrón de los pequeños momentos felices, uno que solo deja indiferencia y sinsabores a su paso.

Todos pasamos por eso, yo ahora mismo por ejemplo, pero creo que en el fondo tenemos alguna razón para no estar siempre contentos, para que la tristeza forme parte de nuestra vida sin llegar a destruirnos.
Nos enseña lo que nos importa y a ser fuertes. Cuando alguien nos hace daño, o alguien se va de nuestra vida sin siquiera decir adios y no podemos hacer absolutamente nada, y nos sentimos debiles, incapaces,  o destrozados, aprendemos algo  más valioso de lo que imaginamos. Aunque la forma de aprenderlo sea como un hierro candente. Pero nos enseña a diferenciar la felicidad que vendrá en un futuro.

Al final del tunel siempre hay luz. A veces pienso que es un tunel sin luz, pero en el fondo se que la hay. SI no creyera en esa luz, ¿qué me quedaría para seguir siendo fuerte?



Sin lágrimas no somos nada. Feliz Navidad.

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