lunes, 9 de abril de 2012

Levántate y lucha, capullo.

Primero de nada, disculparme personalmente a todos vosotros por mi pequeño hiatus. Estoy absorbido con mi libro, no hago más que escribir ese libro mío que tantas alegrías me trae con cada página. Algún día estará publicado, lo prometo, y sé que ese día será de los mejores que tenga. Os dejo con mi entrada, espero que os guste tanto como siempre. Un abrazo, os quiero.
_____________________________________________________________________________


Estamos acostumbrados a caer. Todos. Algunos tienen tanta práctica que conocen bien el sabor del suelo. A pesar de todo, pocos aprenden a caer.

Lo verdaderamente útil no es levantarse después de la caída, sino aprender a rodar sobre el hombro para levantarte con más fuerzas todavía, y aprender a utilizar esa voltereta para aprovechar el impulso de la caída. Siempre, en todo momento, todos deberíamos aprender a rodar. Si te caes con mucha fuerza, con muchísima fuerza, haciendo crujir cada hueso de tu cuerpo, el valor de levantarse es siempre digno de aplauso. Pero si aprendemos a rodar, si tenemos los reflejos suficientes para dar la voltereta, si usamos la fuerza de la caída ocurre algo brillante y genial: Contra más fuerte caes, más fuerza aprovechas en esa voltereta, y más fuertemente te levantas. Es el valor de coger todo lo malo e invertirlo.

Todo esto surge en un momento. Estás tirado en el suelo, no vale la pena levantarse, no hay nada para hacernos poner en pie. Pero entonces llega alguien: Tú mismo. En ese momento te dices algo a ti mismo: "Mírate, tirado en el suelo, sin saber qué hacer. ¿Qué haces ahí? Si continúas mirando toda la mugre que hay en el suelo es evidente que no puedas siquiera abrir los ojos. Ahora quiero que levantes la mirada, quiero que mires el buen día que hace, quiero que te dignes a mirar a los ojos a todas y cada una de las personas a las que quieres y que te quieren. ¿De verdad vale la pena quedarse ahí? ¿Tan malo es eso que hace que todo lo demás no importe? Levántate y demuestra lo que vales, capullo. Cuando estés mirando la luz del día y viviendo de nuevo te darás cuenta. Pero si vuelves a rendirte volveré."
Ahí es cuando te ríes de ti mismo, de la tremenda estupidez que estás cometiendo, aprendes la lección y vuelves al ruedo.

La vida da muchas vueltas, pero tú tienes que ser capaz de dar tirabuzones sin marearte.

Todos hemos oído alguna vez eso de: "Si te caes, levántate de nuevo".   A pesar de lo valiente que es levantarse y seguir,... ¿Por qué levantarse y correr pudiendo volar?

Te invito a volar tan alto como puedas soñar.                                                        -:ElPríncipeAlquimista:-

2 comentarios:

  1. Qué bonito... increíble... :') me ha gustado mucho. Sigue así, además, esa nueva canción del reproductor ambienta mucho ^^ tambien muy bonita! :D

    ResponderEliminar